jueves, 19 de enero de 2012

Promesas rotas desde enero

Se cumple un mes desde la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. El elegido por los españoles para  rescatar al país de la crisis, empieza a verse superado por la situación. Demostrado queda que el líder del Partido Popular se ha acomodado en la oposición, donde se piensan más críticas que soluciones.

Lo fácil, y lo propagandístico, era criticar la ineficiencia de la administración socialista frente a una crisis con aparente fácil solución. Durante dos legislaturas, el PP de Rajoy se ha dedicado a alimentarse del cadáver económico en que se ha convertido España hasta hacerse fuerte. Desde que se inició el periodo democrático, el país ha sido predominantemente socialista lo que hace aún más desesperado el mensaje que lanza la población a la política. Necesitamos una salida, y no importa quien la lleve cabo. En este panorama, el pueblo español ha otorgado la mayoría absoluta al Partido Popular a fin de que lleve a cabo unas medidas que prometían arreglar la situación de una forma rápida, efectiva y sin un excesivo castigo a los contribuyentes.
Llegadas las elecciones, el Partido Popular se presentó con unas medidas buenas y atractivas, y por supuesto con la consigna de no subir los impuestos. Los españoles lo queremos todo, y lo queremos barato. Las urnas llevaron a Mariano Rajoy y su ilusionante proyecto a la Moncloa, de donde parece no querer salir ni para hacer declaraciones. Resulta que nuestro gran salvador, nuestro líder y nuestro guía, se limita a gritar por la ventana que no puede cumplir sus promesas para luego esconderse debajo de la cama. No está dando la cara, y si no lo hace es porque sabe que puede acabar roja, y no sólo por la vergüenza de no llevar a cabo su programa electoral.

Y llegó enero. Habiendo pasado sólo un mes  el balance ya se presenta muy negativo en el saldo de promesas. Ha subido los impuestos, el IRPF, el IBI, se plantea poner en marcha la tasa Tobin… es decir, todo lo que llevaba en su campaña. Y lo llevaba porque era de esperar, porque los milagros no existen y porque son las medidas que habría tomado cualquier gobierno. Estamos en una situación en la que no hay victoria sin sacrificio, pero hay que informar previamente del mismo.
Señor presidente, tome las riendas, sea sincero con el país. Los españoles somos conscientes de la crudeza de la situación, pero para dar todo de nosotros necesitamos un líder sincero, competente y eficaz. Tiene la oportunidad de lograr algo grande, España saldrá de la crisis remando y puede ser con usted como capitán, o amotinados.

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