Hamdi Etarfaoui, pro-saharaui y
crítico del gobierno de Mohammed VI, ha sido encontrado estrangulado y
descuartizado tras ser visto ¨bebiendo y conversando con su asesino¨. Esta es
la versión que las autoridades marroquíes ofrecieron de la desaparición y
posterior muerte del joven activista pro-saharui. Desaparecido tras una cena
con miembros de la prefectura marroquí, el joven Hamdi era también conocido por
su lucha contra la represión policial que Marruecos ejerce sobre el territorio
controlado.
De esta noticia informaba el Parlamento
Europeo en su página web a modo de denuncia e instando a la Comisión a activar
mecanismos de presión sobre Marruecos a fin de que éste cese su persecución
sobre el pueblo saharaui. Parece que por fin los organismos occidentales
deciden abrir los ojos ante la acción marroquí sobre el pueblo saharaui.
Sin duda podemos identificar la
historia de Etarfaroui con la del pueblo saharaui. Ambos son organismos vivos
que luchan contra la opresión que Marruecos ejerce sobre ellos. A pesar de que
todos los organismos internacionales fallen, como las Naciones Unidas, que
Marruecos ocupe las dos terceras partes de su territorio y a pesar de tener que
sobrevivir en campos de refugiados el pueblo saharaui persiste en su lucha.
Lucha por su hogar y por su tierra y del mismo modo que Etarfaroui está
dispuesto a dar la vida por ello. Gracias a la ayuda de Argelia, del Frente
Polisario y en menor medida de Mauritania, el sueño de un Sahara Occidental
libre sigue vivo.
¿Cuánto valen nuestros ideales?
No se puede decir lo mismo de la
contribución de Occidente. En lugar de legitimar las reglas del juego que ellos
mismos apoyaron, la autodeterminación de los pueblos, han decidido zancadillear
el espíritu saharaui. Cuando un pueblo tan poco desarrollado reclama la protección
de los derechos humanos y de autodeterminación y ve cómo los países
desarrollados le vuelven la espalda me surge una pregunta ¿cuál es el verdadero
país democrático? Para mí sería aquel que no vendiese sus valores por recursos
energéticos o apoyo ideológico.
Sin duda mi opinión no es la de un
experto en la materia por ello tiendo a simplificar un tema que no me parece
tan complicado. Tal vez sea complicado asumir la realidad y llevar a cabo las
medidas que ella implica pero no su comprensión. Tras el proceso de
descolonización y el abandono de España en 1975 del Sahara Occidental Marruecos
reclama su legitimidad sobre el territorio argumentando lazos históricos. Tras
entrar en numerosas disputas con la población saharaui las Naciones Unidas
determinan que a pesar de que existan dichos lazos ninguno es de soberanía por
lo que el pueblo saharaui tiene derecho a su propia determinación.
El papel de las potencias occidentales
Hasta ese momento se podría
concluir que es un proceso de descolonización común en el que la ONU debió
mantenerse firme para garantizar la independencia del territorio. El problema
radica en la importancia que tiene Marruecos para las potencias occidentales.
Para Europa se antoja como una
pieza clave para el control de la inmigración. Marruecos es un país de tránsito
para africanos que buscan emigrar a Europa. Concretamente, España y Francia son
los que más interés tienen por el pasado colonial y la cercanía fronteriza.
En el caso de Estados Unidos
comenzó como una garantía de la democracia en África, aunque fuera falsa, y ha
derivado en intereses energéticos. En lo que ambos coinciden es en el interés
en ganarse el apoyo de los gobiernos de la zona para que ejerzan su control
sobre el terrorismo de la zona.
Tras tantos intereses es difícil
recordar el objetivo de abanderar la democracia, los derechos humanos y la
libre autodeterminación de los pueblos. Ya no importa de quién se la razón sino
quién puede darte más a cambio de ella.
El sentimiento del pueblo saharaui
Como afirma Javier Bardem cuando
habla de su película Hijos de las nubes, en
la que se habla del conflicto del Sahara Occidental, ¨todos los protagonistas habitan una eterna frustración… excepto
Marruecos¨. Y es que así es cómo podría describirse el sentir de muchos
saharauis. Se sienten frustrados porque saben que la verdad los avala mientras
ven cómo las grandes potencias no hacen nada ante una más que evidente invasión
marroquí. Un conflicto tan duradero como el del Sahara Occidental ha ido
calando en la sociedad saharaui creándoles un complejo de aislacionismo y
guerra eterna. Tras más de tres décadas en estado de guerra, sigue
sorprendiendo el empeño de guerra para recuperar lo que es suyo, su patria, su
tierra y su hogar.
Un lobo con piel de cordero
Sin ninguna duda el gran
beneficiado de todo este conflicto es Marruecos. Hay que reconocerle que ha
sabido disfrazarse siempre de lo que más le convenía para lograr sus intereses.
A la hora de ganarse el favor de Estados Unidos supo crear una ilusión de democracia
sin a la vez perder las relaciones con la Unión Soviética. Con España y Europa,
ha sabido vender su posición estratégica para lograr todos sus intereses. Pero
sin duda su gran conquista es la de estar llevando a cabo el proyecto
expansionista del Gran Marruecos.
Creo que cuando invadieron el Sahara
Occidental ni siquiera ellos esperaban conseguir tanto como lo han hecho.
Gracias a que han jugado tan bien sus bazas ahora occidente les permite hacer
prácticamente lo que se les antoje. Reciben ayudas, tienen un régimen
totalitario, oprimen al pueblo saharaui… todo ello sin consecuencia alguna.
Incluso se atreven a invadir territorio español pensando que hasta a lo mejor
se lo permitíamos y que si no España no se atrevería a tomar represalias.
Los tres monos de Occidente
Como creo que se ha notado durante
todo este ensayo para mí la culpa recae mayoritariamente en Occidente. Todos
los intereses anteriormente comentados sirven como anuladores del sentido común
que debiera tener cualquier democracia. Lo extraño es que parece una espiral
que nos consume a todos. A pesar de ser un conflicto tan actual y denunciable,
los medios de comunicación y la sociedad han optado por no denunciar
prácticamente la situación. Tímidamente aparecen noticias, como la de Haidar en
el aeropuerto de Lanzarote, pero realmente a nadie parece importarle esta
situación. Nos vanagloriamos tanto en nuestra propia justicia y capacidad que
somos incapaces de valorar los problemas de otros pueblos. Jamás hemos tomado
en serio los conflictos entre africanos. Tiene todo un toque tan racista y
despectivo que me hace cuestionarme mi fe en el sistema. Total como son sólo
incivilizados tribales en disputas que sólo les conciernen a ellos no nos
importan. Eso sí, no dudamos en venderles armamento y apoyarles para que sus
guerras sean aún más cruentas y podamos lucrarnos con ellas. Si para disfrutar
de los preciados diamantes y el coltán tenemos que dejar que se violen los
derechos humanos pues lo permitimos. El capitalismo y las grandes potencias
seguiremos creciendo aupados en los hombros de los países menos desarrollados.
Por ello creo que con lo que
deberíamos acabar es con los tres monos. No oír, no ver y no hablar. Como
ciudadanos y periodistas de una sociedad democrática nuestra obligación es ver
la injusticia y las vejaciones hacia el pueblo saharaui, escuchas sus
testimonios y sus argumentos y sobre todo no callarnos para ejercer presión y
poder creernos las leyes que nosotros mismos hemos puesto.
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