domingo, 1 de abril de 2012

Sobre el buen periodismo y nuestra propia mediocridad

Voces autorizadas se alzan por la situación actual del periodismo. El viraje de un oficio de cuarto poder de la democracia a títeres del sistema no tiene un sólo culpable. La política, la sociedad y las empresas han ido enterrando el buen periodismo, el periodismo útil. pero lo cierto es que fuimos nosotros quienes cavamos nuestra propia tumba. Confiados de nuestra propia fuerza, malvendimos la confianza y la responsabilidad que había depositado la sociedad en nosotros a cambio de lo menos propio de esta profesión: el dinero y la fama.

Empezando por lo ahora ya no tan externo a nuestra profesión nos acercamos a las empresas y el poder. La política jugó sus cartas y nos usa como altavoz para su propia propaganda. Y más vale porque si no tu medio perderá subvenciones y tú periodista no serás publicado. También las empresas nos coartaron nuestra libertad inherente de dos maneras. Primero compraron nuestros medios dictando sobre qué y cómo debíamos informar. Las redacciones ahora se asemejan a relaciones públicas. Después, nos hicieron depender tanto de la publicidad que nos es imposible salirnos de aquello que les interesa. Gabinetes de prensa encubiertos. Finalmente, nuestro mayor aliado, al que traicionamos vendiéndonos, se convirtió en un ciudadano sin aspiraciones culturales y escéptico con la labor periodística que dejó de consumir haciéndonos depender aún más de los dos anteriores.

Pero, sin duda, los auténticos asesinos de este oficio somos nosotros. Y digo nosotros englobando en el colectivo a periodistas y rebotados. Los periodistas somos aquellos que amamos la profesión. Clamamos a nuestros compañeros por un respeto a la deontología y la ética del periodismo. Los rebotados son aquellos que acabaron aquí por falta de vocación y por ello no lo respetan. Una horda infecta que considera el periodismo un trabajo y no una forma de vida. Se dejan guiar por lo que dictan las empresas y los políticos, dan a la masa un opio informativo que nada les aporta y por supuesto no tienen escrúpulos a la hora de conseguir la información. Señalemos a aquellos que degradan la labor de los verdaderos enamorados contaminando la imagen de la que debe ser la principal herramienta de la libertad y la democracia. Periodismo si, pero hecho por periodistas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario